La vida fluye lentamente entre las paredes del ex Convento de Santa Chiara, que data del s.XIV.

Situado en el barrio de la Albergheria de Palermo y reconvertido en centro de acogida por los Salesianos.

Es uno de los lugares en los que han encontrado refugio algunos de los muchos inmigrantes que desembarcan de manera clandestina en las costas sicilianas.
Una especie de purgatorio donde vivir a la espera de que lleguen los ansiados documentos, un trabajo, una casa, otro destino…..o donde sufrir la desesperanza de que nada de eso se realice.

La mayoría proceden desde Ghana o Costa de Marfil, cada uno llevando a cuestas su propia historia personal de de un viaje en forma de odisea que se inicia teniendo como destino una utopía.

Los salesianos les han dado la bienvenida, les han ofrecido un lugar para dormir, una cocina con alimentos para que puedan prepararlos de acuerdo a sus usos y costumbres, y les han facilitado también asistencia médica. También han organizado, con la ayuda de voluntarios, un servicio de guardería para los más pequeños.

El ex claustro es el centro neurálgico de Santa Chiara, aquí transcurre la principal actividad del día a día, como sucedía antiguamente en las plazas de de los pueblos. Se reúnen todos, hacen la colada, se improvisan tareas de barbería…y mientras tanto los niños ríen y gritan ajenos a la realidad en la que viven.

Con los pocos medios a disposición se sigue luchando para construir un futuro.